Un Engranaje Perfecto

El libro de Romanos es pródigo en la exposición de la salvación desde todas las perspectivas posibles, anunciadas por el apóstol Pablo como la tesis de su conversión y ministerio posterior.

En el versículo anterior, Romanos 10:13: «porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» , se nos enseña que hay una acción que da como resultado la salvación: INVOCAR EL NOMBRE DEL SEÑOR. Pero para ello, según vemos en el versículo 14 que nos ocupa, hay un proceso, UN ENGRANAJE PERFECTO:

• - Creer para invocar, es decir, se necesita fe para orar y pedir la presencia de Cristo en el corazón. Todos tenemos una medida de fe "incipiente", tal vez de manera natural para invocar por primera vez la necesidad de ser salvos. Lo importante no es la cantidad sino su calidad. Si la fe es pequeña o grande, débil o fuerte, no seremos más salvos. Seremos salvos por orar con fe.
• - Oír para creer, porque según Romanos 10:17, «la fe viene por el oír» , por oír la Palabra de Dios que da y aumenta la fe. ¡Creer es conocer algo a fondo! Es descubrirlo leyéndolo u oyéndolo, pues únicamente son diferentes formas de adquirir conocimiento. Cuanto más frecuentemente escuchen el Evangelio quienes aún no son salvos, mejor. Conforme lo oigan, pueden llegar a creerlo. Podrían ser salvos sin darse cuenta. Habiéndolo escuchado, y escuchado, y escuchado, una y otra vez, al final pueden encontrarse creyendo que Jesús sufrió en la cruz por ellos y aceptarlo.
• - Predicar para que oigan, no puede ser que otros oren y crean sin quien les enseñe las verdades de la Palabra de Dios acerca de la salvación. Alguien tiene que dar a conocer la verdad a los hombres. No sabrán del Salvador a menos que se les hable de Él. El Evangelio no será revelado a los hombres por medio de ninguna operación sobrenatural; debemos llevarlo. No pueden aprenderlo si nadie les enseña.
• - Ser enviados para predicar; no habrá predicación efectiva si no se envía a quien pueda y quiera hacerlo por amor a las almas perdidas. Ser enviado significa tener un poder otorgado por Dios para hacer la obra. ¿Puede obtenerse ese poder? Claro, es el poder del Espíritu Santo que nos dice: Lo tienes, lo sabes, dilo a muchos y serán ganados para Dios.

RESULTADO DE ESTE ENGRANAJE PERFECTO: Muchos salvos y además:
«¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!» Romanos 10:15

Punto de acción:

¿Oraste con fe y recibiste a Cristo en tu corazón? ¿Puedes hacerlo escuchar a otros? ¡Eres enviado a predicar! Y tus pies se hermosearán cada vez que lo hagas.