La Biblia tu guía

La Biblia, nuestro manual de vida, es la misericordiosa provisión de Dios para un alma en busca de dirección, ayuda y consejo. Representa el mapa que guía el curso de nuestra vida, prometiendo éxito y bendición. En sus páginas hallamos todo lo necesario para vivir bien en este mundo y prepararnos para la eternidad.

Si un joven desea empezar, avanzar y mantenerse en el camino correcto, el salmista aconseja: «¿Con qué guardará el joven su camino? Guardando tu palabra.» — Salmo 119:9

Para asegurar que este noble propósito se cumpla, no solo en los jóvenes, sino en todos los que buscamos entender y respetar los mandamientos para recibir las recompensas prometidas, debemos:

• ▸ Leer la Palabra de Dios, dedicando tiempo para ello. Timoteo conoció la Biblia desde su infancia, y su vida se destacó de la de sus contemporáneos (2 Timoteo 3:15).
• ▸ Leerla en oración, solicitando la gracia del Espíritu Santo para comprenderla. Al hacerlo, mostramos la reverencia que merece la Palabra de Dios, confiando en que nos guiará y nos ayudará a discernir entre lo bueno y lo malo. Cualquier doctrina que no se mencione en la Biblia es falsa, pues ella es veraz e infalible.
• ▸ La lectura regular es crucial para ser "versado en las Escrituras", como se dice de Apolos (Hechos 18:24). Un vistazo ocasional no es suficiente para familiarizarnos con las enseñanzas, orientaciones y correcciones que nos ofrece para una vida plena.

La Biblia es el libro del alma, a diferencia de periódicos, novelas y textos en nuestros móviles que a menudo ofrecen poco valor. Estos últimos pueden distraernos, pero no edifican ni santifican como lo hace la Palabra de Dios. Honremos la Biblia cada día de nuestras vidas.

Punto de acción

Reflexiona sobre tu relación con la Biblia. ¿Cuánto tiempo dedicarás a su lectura y a la oración? ¿Con qué frecuencia lo harás?