El mejor regalo que un padre puede dar a su hijo

Una de las lecciones más importantes que un niño aprende es vivir en un ambiente de disciplina y afirmación.

Tener ese equilibrio en casa es un cimiento no solo para su vida en el mundo, sino también para su vida espiritual.

A través de un padre que se somete a la disciplina y afirmación de Dios, los hijos aprenderán a aplicar estos principios en un mundo que constantemente los rechaza o los invita a alejarse del camino que el Señor tiene para ellos.

Los niños que aplican lo que aprenden en el hogar viven una vida consagrada y hábil que trae gran alegría a sus padres y al corazón de Dios.

No hay nada más enriquecedor que esta expresión de amor que los padres dan a sus hijos a través de su ejemplo, y el amor de un padre queda en evidencia con los sacrificios que está dispuesto a hacer por ellos.

Cuando Jairo estuvo dispuesto a humillarse ante Jesús en presencia de quienes le conocían, sus acciones hablaron del amor que tenía por su hija.

Cuando mostramos abiertamente nuestro amor a nuestros hijos, les estamos enseñando que creemos en lo que pueden llegar a ser cuando se acercan a Jesús.

Nuestros hijos necesitan saber que estamos dispuestos a hacer los sacrificios necesarios para asegurar su futuro. Y una vida consagrada a Dios es el mejor regalo que un padre puede darle a sus hijos.

Oremos

Dios mío, ayúdame a ser un padre de ejemplo para mis hijos y que ellos sigan el ejemplo que tú me diste. Amén.