Dic04
El Significado de la vida Parte 2
- 1 Corintios 13:7 (TLA)
Como Dios es amor, la elección más importante que Él desea que aprendamos en la tierra es cómo amar.
El amor constituye la base de todos los mandamientos que Él nos ha dado. Esto se debe a que, al amar, nos volvemos más parecidos a Él.
Aprender a amar de manera altruista es un desafío complejo, ya que va en contra de nuestra naturaleza centrada en el yo. Por esta razón, disponemos de toda una vida para dominar el arte de amar. Cuatro de los Diez Mandamientos abordan nuestra relación con Dios, mientras que los otros seis se enfocan en nuestras relaciones con los demás.
Cuando estamos excesivamente ocupados, esto impacta el tiempo y la energía que dedicamos a nuestras relaciones, desplazando lo que es más importante para Dios por lo que es urgentemente demandante.
Las personas en sus momentos finales nunca dicen: "¡Traigan mis diplomas, mis premios, mis medallas, el reloj de oro!" Al final de nuestras vidas en la tierra, no buscamos estar rodeados de objetos, sino de personas: nuestros seres queridos y aquellos con quienes hemos establecido vínculos significativos.
Punto de acción: Ama a tu Prójimo
Es sabio aprender esta verdad ahora y no esperar a estar en el lecho de muerte para reconocer que esto era lo más importante.
"Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, pero no tengo amor, de nada me sirve." 1 Corintios 13:3
Lectura bíblica recomendada: Marcos 12:23-40 El amor constituye la base de todos los mandamientos que Él nos ha dado. Esto se debe a que, al amar, nos volvemos más parecidos a Él.
Aprender a amar de manera altruista es un desafío complejo, ya que va en contra de nuestra naturaleza centrada en el yo. Por esta razón, disponemos de toda una vida para dominar el arte de amar. Cuatro de los Diez Mandamientos abordan nuestra relación con Dios, mientras que los otros seis se enfocan en nuestras relaciones con los demás.
Cuando estamos excesivamente ocupados, esto impacta el tiempo y la energía que dedicamos a nuestras relaciones, desplazando lo que es más importante para Dios por lo que es urgentemente demandante.
Las personas en sus momentos finales nunca dicen: "¡Traigan mis diplomas, mis premios, mis medallas, el reloj de oro!" Al final de nuestras vidas en la tierra, no buscamos estar rodeados de objetos, sino de personas: nuestros seres queridos y aquellos con quienes hemos establecido vínculos significativos.
Punto de acción: Ama a tu Prójimo
Es sabio aprender esta verdad ahora y no esperar a estar en el lecho de muerte para reconocer que esto era lo más importante.
"Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, pero no tengo amor, de nada me sirve." 1 Corintios 13:3