Dic01
El Significado de la vida
Mes // Diciembre
La vida cobra sentido a partir de la realización personal; sin ella, podrías estar conduciendo el mejor auto del mercado, viviendo en un lugar hermoso o poseyendo conocimientos superiores a los de muchos, pero aún así sentirte sin razones para vivir.
El rey Salomón lo explicó de esta manera:
«También acumulé plata y oro, tesoros preciados de reyes y provincias; adquirí cantores y cantoras, los deleites de los hijos de los hombres, y toda suerte de instrumentos musicales. Luego observé todas las obras que mis manos habían realizado y el esfuerzo que empleé en realizarlas; y he aquí, todo era vanidad y aflicción de espíritu, sin provecho bajo el sol.»(Eclesiastés 2:8, 11).
¿Entonces, dónde nace la satisfacción personal?
En las relaciones buenas y sinceras.
Cuando preguntaron a Jesús qué era lo más importante en la vida, respondió:
«Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el primer y gran mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.» Mateo 22:37-40
La respuesta se da en dos partes y, aunque parezcan obvias, debemos examinarlas cuidadosamente.
Primero, el amor a Dios, donde inicia la satisfacción personal, fruto de conectar todo tu ser con el Creador; y debe ser de la forma correcta. Por ejemplo: si en un momento de adoración expresas fidelidad y haces compromisos con el Señor, estos deben ir siempre acompañados de obediencia (voluntad) y constancia (mente), y no solo ser fruto de la emoción (alegría del corazón).
Punto de acción: Ama a tu Creador
Lo importante no es lo que tienes ni siquiera lo que eres; lo verdaderamente importante es tener un corazón sano para amar al único que es verdaderamente bueno, maravilloso y digno de recibir el amor de sus hijos.
¿Qué es Dios? Es Amor, ¿lo amarás?
Lectura bíblica recomendada: Mateo 22 El rey Salomón lo explicó de esta manera:
«También acumulé plata y oro, tesoros preciados de reyes y provincias; adquirí cantores y cantoras, los deleites de los hijos de los hombres, y toda suerte de instrumentos musicales. Luego observé todas las obras que mis manos habían realizado y el esfuerzo que empleé en realizarlas; y he aquí, todo era vanidad y aflicción de espíritu, sin provecho bajo el sol.»(Eclesiastés 2:8, 11).
¿Entonces, dónde nace la satisfacción personal?
En las relaciones buenas y sinceras.
Cuando preguntaron a Jesús qué era lo más importante en la vida, respondió:
«Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el primer y gran mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.» Mateo 22:37-40
La respuesta se da en dos partes y, aunque parezcan obvias, debemos examinarlas cuidadosamente.
Primero, el amor a Dios, donde inicia la satisfacción personal, fruto de conectar todo tu ser con el Creador; y debe ser de la forma correcta. Por ejemplo: si en un momento de adoración expresas fidelidad y haces compromisos con el Señor, estos deben ir siempre acompañados de obediencia (voluntad) y constancia (mente), y no solo ser fruto de la emoción (alegría del corazón).
Punto de acción: Ama a tu Creador
Lo importante no es lo que tienes ni siquiera lo que eres; lo verdaderamente importante es tener un corazón sano para amar al único que es verdaderamente bueno, maravilloso y digno de recibir el amor de sus hijos.
¿Qué es Dios? Es Amor, ¿lo amarás?