Oct04
Aprobar
Mes // Octubre
3 Juan 1:11 (RVR60)
Todos necesitamos aprobación respecto a nuestra manera de obrar. ¿Verdad no?
Todos buscamos aprobación al ganar el respeto de otros, al impresionarlos con nuestras palabras, o desear conquistarlos con nuestros hechos. Sin embargo, cuando no te sientes aprobado en tu ser interior, puedes correr y luchar durante toda tu vida y no sentirte satisfecho.
¿Por qué?
Nadie puede llenar las expectativas de otro. Ni siquiera las de sí mismo: «Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin.» - Eclesiastés 3:11 RVR1960
Buscar la aprobación es como tratar de llenar un vacío que no tiene fondo. Y esto es así porque Dios ha puesto eternidad en tu corazón. Es decir, no importa cuán fuerte suenen los aplausos o cuanto inviertas en tu imagen, la aprobación tiene que ver con lo eternamente hermoso que hay en ti.
¿Cuándo eres aprobado?
Cuando aceptas lo que Jesús hizo a tu favor, y no tratas de buscar la aprobación de Dios o de otros en tus fuerzas: «Por lo tanto, ya no hay condenación para los que pertenecen a Cristo Jesús; y porque ustedes pertenecen a él, el poder del Espíritu que da vida los ha libertado del poder del pecado, que lleva a la muerte.» - Romanos 8:1-2 NTV
Eres aprobado, con satisfacción y realización, cuando haces lo que Dios te llamó a hacer: «Pues somos la obra maestra de Dios. Él nos creó de nuevo en Cristo Jesús, a fin de que hagamos las cosas buenas que preparó para nosotros tiempo atrás.» - Efesios 2:10 NTV
La aprobación que proviene de una conciencia llena del Espíritu Santo es como una fuente de agua que brota de su interior.
Oración
Padre amado, gracias por haberme creado para amar y no odiar. Para hacer el bien, y no el mal. Gracias porque en Cristo Jesús me creaste para buenas obras, que al hacerlas traen realización a mi vida. Amén.
Lectura bíblica necesaria: Salmo 18 (PDT)
Todos buscamos aprobación al ganar el respeto de otros, al impresionarlos con nuestras palabras, o desear conquistarlos con nuestros hechos. Sin embargo, cuando no te sientes aprobado en tu ser interior, puedes correr y luchar durante toda tu vida y no sentirte satisfecho.
¿Por qué?
Nadie puede llenar las expectativas de otro. Ni siquiera las de sí mismo: «Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin.» - Eclesiastés 3:11 RVR1960
Buscar la aprobación es como tratar de llenar un vacío que no tiene fondo. Y esto es así porque Dios ha puesto eternidad en tu corazón. Es decir, no importa cuán fuerte suenen los aplausos o cuanto inviertas en tu imagen, la aprobación tiene que ver con lo eternamente hermoso que hay en ti.
¿Cuándo eres aprobado?
Cuando aceptas lo que Jesús hizo a tu favor, y no tratas de buscar la aprobación de Dios o de otros en tus fuerzas: «Por lo tanto, ya no hay condenación para los que pertenecen a Cristo Jesús; y porque ustedes pertenecen a él, el poder del Espíritu que da vida los ha libertado del poder del pecado, que lleva a la muerte.» - Romanos 8:1-2 NTV
Eres aprobado, con satisfacción y realización, cuando haces lo que Dios te llamó a hacer: «Pues somos la obra maestra de Dios. Él nos creó de nuevo en Cristo Jesús, a fin de que hagamos las cosas buenas que preparó para nosotros tiempo atrás.» - Efesios 2:10 NTV
La aprobación que proviene de una conciencia llena del Espíritu Santo es como una fuente de agua que brota de su interior.
Oración
Padre amado, gracias por haberme creado para amar y no odiar. Para hacer el bien, y no el mal. Gracias porque en Cristo Jesús me creaste para buenas obras, que al hacerlas traen realización a mi vida. Amén.