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Mar30

¿Y qué de tu vida... eterna?

Mes // Marzo

¿Y qué de tu vida... eterna?
«Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?»
► Juan 11:25-26 (RVR60)

Es una buena pregunta a la hora de pensar en nuestro futuro eterno, nuestro destino, después de esta vida mortal.

Seguramente todos podemos responder la primera parte: ¿Y qué de tu vida? como que está bien, estamos cómodos, con planes, sueños, anhelos que esperamos el tiempo nos los deje cumplir. Pero la realidad es que pocos nos interesamos por pensar en ello mismo de nuestra eternidad. ¿Y qué de tu vida eterna? ¿Tienes planes eternos? ¿sueños eternos? ¿anhelos eternos?

Pues bien, la palabra de Dios nos relata que frente a la muerte de Lázaro un hermano, amigo y muy conocido de la población tampoco los sabían, por eso el momento de su muerte, pareció catastrófico,

«Vino, pues, Jesús, y halló que hacía ya cuatro días que Lázaro estaba en el sepulcro. Betania estaba cerca de Jerusalén, como a quince estadios y muchos de los judíos habían venido a Marta y a María, para consolarlas por su hermano. Entonces Marta, cuando oyó que Jesús venía, salió a encontrarle; pero María se quedó en casa. Y Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto» Juan 11:17-21

Había muerto el hombre y todos estaban desconsolados. Incluso pareciera que, ante esos planes, sueños y anhelos, Jesús había llegado tarde, solo quedaba una esperanza: «Mas también sé ahora que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo dará» Juan 11:22

¡Qué necedad hay en el corazón humano! Habiendo colocado Dios "eternidad en el corazón del hombre", no se prepara para la eternidad, pero Jesús mismo dio una gran lección a los asistentes: «Jesús le dijo: Tu hermano resucitará. Marta le dijo: Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero» Juan 11:23-24

¡Qué bien! un evento natural trajo respuesta sobre la eternidad. Es que quienes hacen planes y tienen sueños y anhelos eternos deciden creer que solo en Jesús son posibles:

Punto de acción

Esta reflexión es una buena oportunidad para tomar la decisión más importante de esta vida, que trae certeza y seguridad de la eterna: «Le dijo: Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo» Juan 11,27.

Creer en Jesús como el Cristo, el Hijo de Dios y la resurrección y vida, cambia el destino del hombre, le traslada de una temporalidad a una eternidad.
¡confirma hoy esta seguridad en tu vida!

Lectura bíblica necesaria: Juan 11 (PDT)