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Nov08

Una buena conciencia

Mes // Noviembre

Una buena conciencia
«Teniendo buena conciencia, para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, sean avergonzados los que calumnian vuestra buena conducta en Cristo. »
1 Pedro 3:16

Lo contrario sería lo que se describe en 1 Timoteo 4:2: «una conciencia cauterizada por la hipocresía y la mentira» . Por lo tanto, nuestra labor debe ser la de cultivar una buena conciencia.

"Si el único castigo de la maldad fuera el aguijón de la conciencia, que es el resultado de las malas acciones, sería suficiente para inducir a toda persona sensata a evitar lo que le produce tanto dolor." Archibald Alexander, teólogo estadounidense y profesor de seminario.

¡Qué gran verdad! El dolor del remordimiento de conciencia es intolerable e incurable. Nos hace recordar el error y la maldad una y otra vez y no ofrece ninguna solución, pues la conciencia puede "embotarse" o "endurecerse" hasta dejar de molestar, pero no será por ello buena.

Cultivar una buena conciencia, es vivir una vida en Cristo y para Cristo. Así que, como dicen los versículos 14 y 15 de la 1 carta del apóstol Pedro que nos ha servido de guía para el estudio, se nos enseña:
  • Tener una buena conciencia puede traer padecimientos por causa de la justicia, y eso nos hará bienaventurados.
  • Una buena conciencia nos permitirá presentar defensa con mansedumbre y reverencia a quienes demanden de “nuestra buena conciencia”.
  • Una buena conciencia nos permite darle un lugar especial a Dios en nuestra vida. Así que vive el tipo de vida que es un ejemplo que provocará que la gente te cuestione. ¿Qué te hace diferente?
  • Tener una buena conciencia, para que, hablando mal de vosotros, como de malhechores, se avergüencen los que acusan falsamente vuestra buena conducta en Cristo, es decir, nuestro estilo de vida en Cristo.
  • Esto nos mantendrá en la voluntad de Dios y mejor es, padecer por hacer el bien, que, por hacer el mal, Eso siempre es mejor. Si sufres por hacer el mal, te lo mereces. Pero si sufres por hacer el bien, eso es mejor, continúa diciendo nuestro texto en el versículo 17.
El remordimiento y la mala conciencia no tienen solución, pero el anhelo de una buena conciencia sí la tiene. Tenemos a Cristo, nuestro redentor y abogado en el cielo, que con su sangre preciosa lavó nuestra conciencia: «¿Cuánto más la sangre de Cristo, el cual, a través del Espíritu eterno, se ofreció sin mancha a Dios, purificará nuestras conciencias de obras muertas para servir al Dios vivo?» (Hebreos 9:14).

La sangre de Cristo es la respuesta y solución para mantener una buena conciencia.

Punto de acción

¡Una buena conciencia es la libertad del remordimiento y la mala conciencia! La sangre de Cristo lo hace posible. Ahora, ¿de qué obra muerta necesitas ser limpiado?
Lectura bíblica recomendada: 1 Pedro 3
Autor: María Piedad Mesa

Autor

María Piedad Mesa

Escritora de:
Busca Amar a Dios y Ser Ejemplo
Bendito el Fruto de tu Vientre

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