Nov07
Palabras Correctas
Mes // Octubre
"Un día, un joven visitó a un sabio para contarle algo que estaban diciendo sobre él. Antes de que pudiera hacerlo, el sabio le preguntó:
- ¿Has pasado tu información por las tres rejas?
- No, ¿cuáles son? Respondió el joven.
- El sabio explicó:
La primera: ¿Es verdad? ¿Lo que me vas a contar proviene de una fuente confiable o es solo un rumor?
La segunda: ¿Es bueno? ¿Qué beneficio hay en contarlo?
La tercera: ¿Es necesario? ¿Es imprescindible compartirlo? Si no lo haces, ¿ocurrirá algo malo?"
El versículo de Mateo refleja esta situación, apuntando al verdadero origen de nuestras palabras: lo que albergamos en nuestro corazón es lo que expresamos.
¿Cuántas personas se sentirán edificadas, animadas o inspiradas por tus palabras hoy?
El apóstol Pablo nos anima a expresarnos virtuosamente, tratando a los demás con consideración:
«Ninguna palabra corrupta salga de vuestra boca, sino aquella que sea beneficiosa para la edificación necesaria, con el fin de impartir gracia a los oyentes.» Efesios 4:29
«Que vuestra palabra sea siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno.» Colosenses 4:6 (DHH)
Punto de acción
Nuestro corazón es similar a un baúl donde almacenamos todo lo que aprendemos. Debemos ser selectivos sobre la música que escuchamos, las conversaciones en las que participamos y los libros que leemos, asegurándonos de que sean agradables a Dios.
«Las palabras del sabio son llenas de gracia, pero los labios del necio lo destruyen.» Eclesiastés 10:12
Aunque observemos que el mundo se corrompe, aquellos que sabemos que Jesús regresará debemos mantenernos firmes, siendo constantes, cumpliendo la voluntad de Dios, compartiendo el mensaje de salvación, enseñando a otros sus promesas y devolviendo la esperanza a los desamparados.
Lectura bíblica recomendada: Lucas 12 - ¿Has pasado tu información por las tres rejas?
- No, ¿cuáles son? Respondió el joven.
- El sabio explicó:
La primera: ¿Es verdad? ¿Lo que me vas a contar proviene de una fuente confiable o es solo un rumor?
La segunda: ¿Es bueno? ¿Qué beneficio hay en contarlo?
La tercera: ¿Es necesario? ¿Es imprescindible compartirlo? Si no lo haces, ¿ocurrirá algo malo?"
El versículo de Mateo refleja esta situación, apuntando al verdadero origen de nuestras palabras: lo que albergamos en nuestro corazón es lo que expresamos.
¿Cuántas personas se sentirán edificadas, animadas o inspiradas por tus palabras hoy?
El apóstol Pablo nos anima a expresarnos virtuosamente, tratando a los demás con consideración:
«Ninguna palabra corrupta salga de vuestra boca, sino aquella que sea beneficiosa para la edificación necesaria, con el fin de impartir gracia a los oyentes.» Efesios 4:29
«Que vuestra palabra sea siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno.» Colosenses 4:6 (DHH)
Punto de acción
Nuestro corazón es similar a un baúl donde almacenamos todo lo que aprendemos. Debemos ser selectivos sobre la música que escuchamos, las conversaciones en las que participamos y los libros que leemos, asegurándonos de que sean agradables a Dios.
«Las palabras del sabio son llenas de gracia, pero los labios del necio lo destruyen.» Eclesiastés 10:12
Aunque observemos que el mundo se corrompe, aquellos que sabemos que Jesús regresará debemos mantenernos firmes, siendo constantes, cumpliendo la voluntad de Dios, compartiendo el mensaje de salvación, enseñando a otros sus promesas y devolviendo la esperanza a los desamparados.