Dic30
Año nuevo, ¡Noo! Nuevo año
- Isaías 43:19
Cuando pensamos en el concepto tradicional que, a partir de esta fecha, escucharemos por todas partes, todos dirán: "¡Feliz Año Nuevo!" Queremos aprovechar la oportunidad para explorar la diferencia entre dos frases similares, pero con sentidos distintos.
Ellas son, "Feliz Año Nuevo": Se refiere al término cronológico, el fin de un año (el viejo) y el comienzo de otro (el nuevo). Es lo habitual: pasaron 365 días y llegan otros tantos.
En cambio, "Feliz Nuevo Año": Implica una decisión personal de hacer que los días, semanas y meses venideros estén llenos de nuevos propósitos, metas y objetivos.
Al reconocer esta sencilla pero profunda y sustancial diferencia, tendremos tareas que realizar para alcanzar no solo los propósitos, metas y objetivos habituales, sino los nuevos que hemos de colocar en el altar del Señor, ya que sin Su ayuda no será posible. Entonces, podremos realmente iniciar un verdadero "Feliz Nuevo Año".
¿Cómo puede ser esto?
Nuevos comienzos. Dios hace cosas nuevas en cada generación. Las innovaciones de ayer son las tradiciones de hoy, incluso en lo que respecta a la relación con Dios y el crecimiento espiritual personal. Cada uno debe buscar sus nuevos comienzos, renovando así su experiencia con Dios. La mayor parte de estos cambios ocurren en momentos de aflicción, ya que llevan a tomar decisiones y a pasar a la acción.
Realmente, entre el trabajo de Dios al hacer cosas nuevas (Isaías 43:19) y lo que tú te dispongas a hacer, verás el resultado de un "Muy Feliz Nuevo Año".
Punto de acción
Teniendo en cuenta las 3 sugerencias de crecimiento y este pasaje bíblico encontrarás sencillos cómo que te permitirán trabajar, crecer y ver un NUEVO AÑO de bendiciones.
Lectura bíblica recomendada: Jeremías 31 Ellas son, "Feliz Año Nuevo": Se refiere al término cronológico, el fin de un año (el viejo) y el comienzo de otro (el nuevo). Es lo habitual: pasaron 365 días y llegan otros tantos.
En cambio, "Feliz Nuevo Año": Implica una decisión personal de hacer que los días, semanas y meses venideros estén llenos de nuevos propósitos, metas y objetivos.
Al reconocer esta sencilla pero profunda y sustancial diferencia, tendremos tareas que realizar para alcanzar no solo los propósitos, metas y objetivos habituales, sino los nuevos que hemos de colocar en el altar del Señor, ya que sin Su ayuda no será posible. Entonces, podremos realmente iniciar un verdadero "Feliz Nuevo Año".
¿Cómo puede ser esto?
- - Debes iniciar un comienzo ascendente: En 2 Pedro 1:5-11 se nos dice que la clave es "añadir". Quizás tienes fe, paciencia, conocimiento, amor, pero la idea es trabajar en hacer estas virtudes aún mayores, como la conquista para este nuevo año.
- - Crecer en la relación con Dios: En Santiago 4:8, se nos aconseja «Acercarse a Dios, y Él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones». Este será el ejercicio diario para la conquista espiritual en este Nuevo Año.
- - Puedes hacerlo iniciando el ascenso de cada día con la dirección de Dios, levantando los ojos hacia Él. Los salmos 123 y 125 son una "receta" clara y concisa para ello, aplicable cada vez como un crecimiento en la dependencia de Dios para vivir un Nuevo Año.
Nuevos comienzos. Dios hace cosas nuevas en cada generación. Las innovaciones de ayer son las tradiciones de hoy, incluso en lo que respecta a la relación con Dios y el crecimiento espiritual personal. Cada uno debe buscar sus nuevos comienzos, renovando así su experiencia con Dios. La mayor parte de estos cambios ocurren en momentos de aflicción, ya que llevan a tomar decisiones y a pasar a la acción.
Realmente, entre el trabajo de Dios al hacer cosas nuevas (Isaías 43:19) y lo que tú te dispongas a hacer, verás el resultado de un "Muy Feliz Nuevo Año".
Punto de acción
Teniendo en cuenta las 3 sugerencias de crecimiento y este pasaje bíblico encontrarás sencillos cómo que te permitirán trabajar, crecer y ver un NUEVO AÑO de bendiciones.