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Jun18

¿Qué comeré hoy?

Mes // Junio

¿Qué comeré hoy?
« Él respondió y dijo: Escrito está: No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.»
► Mateo 4:4(RVR60)

Cuando comemos comida física recibimos los nutrientes necesarios para vivir y estar saludables. Así recibimos las energías necesarias para todas las actividades diarias. Pero, cuando no comemos por un día nos sentimos débiles, cansados e incluso malhumorados. Si seguimos sin comer nos ponemos susceptibles a problemas mayores, como enfermedades.

Entre los medios ordenados por Dios para la nutrición de la vida interior, nada es más vital que asimilar la Palabra de Dios en una actitud de oración y reflexión.

Esta asimilación debería implicar siempre un autoexamen sincero, pero del tipo que David expresa en su oración al final del Salmo 139:23-24:

«Escudríñame, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis inquietudes. Y ve si hay en mí camino malo, y guíame en el camino eterno».


Esta asimilación debe ser estructurada y regular. En ella venimos a la Palabra de Dios como discípulos para que nuestro Señor nos enseñe, y no como buscadores de información meramente intelectual para discutir con otros.

En ella venimos a sentarnos a los pies de nuestro Salvador, no para aprender principalmente lo que deberíamos hablar en Su nombre a los demás, sino a saber qué hablaría Él en Su propio Nombre y Persona a cada uno en particular. Esto es lo que quiero decir con la asimilación devocional de las Escrituras.

Jeremías lo expresó de una forma hermosa cuando escribió: «Cuando descubrí tus palabras las devoré; son mi gozo y la delicia de mi corazón, porque yo llevo tu nombre, oh Señor Dios de los Ejércitos Celestiales.» Jeremías 15:16 NTV.
O, en el lenguaje del primer Salmo, el hombre bienaventurado y productivo es aquel que medita en la ley de Dios día y noche. La ley de Dios (es decir, toda la revelación de la Palabra de Dios) es su deleite interno, la carne con la que alimenta su propia alma, y esa bebida con la cual refresca su propia vida interior.

Punto de acción:

¿Vives lleno de ansiedad, angustia, temores, malhumor?

El diagnóstico más acertado es desnutrición espiritual. Es muy importante que recibamos el suministro que proviene de leer y comer la Palabra de Dios diariamente. Para mantener una vida cristiana saludable e incluso llena de gozo, debemos recibir el alimento espiritual que nos brinda la Palabra de Dios.

Lectura bíblica necesaria: Mateo 4:1-11(RVR60)