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Ago11
¿Dónde estás?
► Juan 20:13(NVI)
La muerte de los líderes siempre trae consecuencias de efectos mayúsculos y una tremenda decepción y/o confusión en aquellos que los seguían, según haya sido el líder.
En el pasaje de hoy vemos como María Magdalena en su desconcierto por la muerte de su líder Jesús, va de madrugada a visitar la tumba. Imaginemos los posibles pensamientos que tuvo ella esa mañana antes llegar allí:
Y posiblemente otras que tú puedas imaginar. Más sin embargo María esa mañana comprobaría que no estaba siguiendo a cualquier clase de líder, estaba siguiendo al único en la historia que ha vencido la muerte y que prometió dar vida eterna al que en Él creyera.
Es así que Jesús se presenta ante ella y la llama por su nombre “María” al instante reconoció quien la llamaba y ella se aferraba.
Punto de acciòn:
Muchas veces por estar centrados en la decepción de la vida no notamos que Él está al lado nuestro:
«Jesús le dijo: Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas? Ella, pensando que era el hortelano, le dijo: Señor, si tú le has llevado, dime dónde le has puesto, y yo me lo llevaré.»
Como a María te puede suceder que la visión de un Jesús muerto - lejos o refundido te desalienta, pero las fuerzas y la perspectiva de la vida cambian cuando escuchas la voz de tu maestro, la mismas que hoy te dicen: “Estoy muy cerca de ti”.
Lectura bíblica necesaria: Juan 20:10-18(NVI)En el pasaje de hoy vemos como María Magdalena en su desconcierto por la muerte de su líder Jesús, va de madrugada a visitar la tumba. Imaginemos los posibles pensamientos que tuvo ella esa mañana antes llegar allí:
- - ¿Y ahora que vamos hacer?
- - ¿Quién nos ayudará de ahora en adelante?
- - ¿Si todavía estuviera vivo tendríamos esperanza?
- - ¿Esto parece una pesadilla, por qué ocurre esto?
Y posiblemente otras que tú puedas imaginar. Más sin embargo María esa mañana comprobaría que no estaba siguiendo a cualquier clase de líder, estaba siguiendo al único en la historia que ha vencido la muerte y que prometió dar vida eterna al que en Él creyera.
Es así que Jesús se presenta ante ella y la llama por su nombre “María” al instante reconoció quien la llamaba y ella se aferraba.
Punto de acciòn:
Muchas veces por estar centrados en la decepción de la vida no notamos que Él está al lado nuestro:
«Jesús le dijo: Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas? Ella, pensando que era el hortelano, le dijo: Señor, si tú le has llevado, dime dónde le has puesto, y yo me lo llevaré.»
Como a María te puede suceder que la visión de un Jesús muerto - lejos o refundido te desalienta, pero las fuerzas y la perspectiva de la vida cambian cuando escuchas la voz de tu maestro, la mismas que hoy te dicen: “Estoy muy cerca de ti”.