Abr03
¿Dónde está?
∆ Lucas 8:25
¿Cuál podría ser la mayor debilidad en un hombre?
Esta pregunta se puede responder de diversas maneras, pero tanto para la persona crédula como para la incrédula, la falta de fe sería su mayor debilidad.
¿Por qué?
La fe está presente en todo lo que hacemos, generalmente la aplicamos de manera implícita, por ejemplo: trabajamos un mes creyendo que nos pagarán al final de este, tenemos un hijo creyendo que será un gran hombre o mujer, desayunamos creyendo que nos hará provecho, nos acostamos creyendo que… etc. Pero si comenzamos a dudar de todo ello, ¿qué sería?
El asunto también empeora cuando la fe, ese maravilloso don que Dios nos ha dado por el Espíritu Santo según su voluntad (Rm. 12:3), es puesta a prueba por las circunstancias o por necesidades más intensas de lo común, y son nuestras convicciones las que deben enfrentarse con valor (fe) o divagar entre dudas, postergaciones y temores.
En el verso de hoy vemos cómo Jesús les hace esta desafiante pregunta a sus discípulos:
¿Dónde está vuestra fe? … ¿Dónde está nuestra fe? ¿Dónde está mi fe?
Al revisar las Escrituras encontrarás que la fe podría llegar a tener “tres estados”, por decirlo de alguna manera: Fe recibida - Fe ejercitada o en acción - Fe potencial.
La evaluación que hoy podríamos hacer sobre este tema es la siguiente: ¿cuánta fe tengo o he recibido, cuánta he puesto en acción y cuánto potencial dispongo para actuar?
Punto de acción:
Hay dos hombres que nos pueden servir de referencia para esta evaluación, y más en medio de esta tormenta de información de caos, huracanes de virus y conspiraciones.
Primero Moisés:
«Por la fe dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible.» Hebreos 11:27
Segundo Pedro:
«Y al momento Jesús, extendiendo la mano, le sujetó y le dijo: ¡Oh hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?» Mateo 14:31
Recuerda el versículo de ayer:
«No tengas miedo, aquí estoy para ayudarte.» Isaías 41:13 (NTV) Son las mismas palabras que te dice Jesús hoy.
Comparte este mensaje... podría llegar a ser un aliento de fe.
Lectura bíblica necesaria: Lucas 8:22-25(NTV) Esta pregunta se puede responder de diversas maneras, pero tanto para la persona crédula como para la incrédula, la falta de fe sería su mayor debilidad.
¿Por qué?
La fe está presente en todo lo que hacemos, generalmente la aplicamos de manera implícita, por ejemplo: trabajamos un mes creyendo que nos pagarán al final de este, tenemos un hijo creyendo que será un gran hombre o mujer, desayunamos creyendo que nos hará provecho, nos acostamos creyendo que… etc. Pero si comenzamos a dudar de todo ello, ¿qué sería?
El asunto también empeora cuando la fe, ese maravilloso don que Dios nos ha dado por el Espíritu Santo según su voluntad (Rm. 12:3), es puesta a prueba por las circunstancias o por necesidades más intensas de lo común, y son nuestras convicciones las que deben enfrentarse con valor (fe) o divagar entre dudas, postergaciones y temores.
En el verso de hoy vemos cómo Jesús les hace esta desafiante pregunta a sus discípulos:
¿Dónde está vuestra fe? … ¿Dónde está nuestra fe? ¿Dónde está mi fe?
Al revisar las Escrituras encontrarás que la fe podría llegar a tener “tres estados”, por decirlo de alguna manera: Fe recibida - Fe ejercitada o en acción - Fe potencial.
La evaluación que hoy podríamos hacer sobre este tema es la siguiente: ¿cuánta fe tengo o he recibido, cuánta he puesto en acción y cuánto potencial dispongo para actuar?
Punto de acción:
Hay dos hombres que nos pueden servir de referencia para esta evaluación, y más en medio de esta tormenta de información de caos, huracanes de virus y conspiraciones.
Primero Moisés:
«Por la fe dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible.» Hebreos 11:27
Segundo Pedro:
«Y al momento Jesús, extendiendo la mano, le sujetó y le dijo: ¡Oh hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?» Mateo 14:31
Recuerda el versículo de ayer:
«No tengas miedo, aquí estoy para ayudarte.» Isaías 41:13 (NTV) Son las mismas palabras que te dice Jesús hoy.
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Yezid Garcia