Recto y bueno

¿Cuál es el parámetro de hacer lo correcto?

En el 2do libro de crónicas capítulo 14, se describe a un rey, que hacia lo recto y lo bueno ante los ojos Dios; pero, pregunta: ¿acaso lo recto y lo bueno no es lo mismo?

Algunos ejemplos nos pueden aclararán la diferencia: Un padre de familia que lleva alimento día a día a su familia, ciertamente es bueno, pero si malgasta el tiempo de su empresa o no paga impuesto, no se diría de él que es recto; por otro lado hay quienes ni siquiera se pasan un semáforo en amarillo, pero no tienen una mirada de misericordia con aquel mendigo que le pide una moneda para el pan de ese día.

Esa es la actitud que se describe de cierto fariseo en el libro de Lucas 18, donde el mismo se califica así mismo como justo y cumplidor de las normas, pero eso no era suficiente a los ojos de Dios.

Es decir que el cristiano que deseé vivir agradando a Dios, no debe solo cumplir con las reglas ‘externas’ (lo recto), sino debe caminar extendiendo su mano al prójimo por causas del amor ‘interno’ (lo bueno) que lo gobierna, este es el complemento y justo equilibrio para hacer de nuestras familias y sociedades un lugar agradable y de apoyo.

Punto de acción

¿Estamos dispuestos a que el fruto del amor de Dios rebose nuestro corazón y no tan solo vivir lleno de reglas?

No hay que buscar el bien de uno mismo, sino el bien de los demás.
1 Corintios 10:24 (NTV)