13 Enero 2021
Una ofensa
Publicado en Enero
► Salmos 140:4(RVR60)
¿Cómo reaccionas ante las ofensas? ¿Te gusta ofender? ¿Ofendes sin darte cuenta?
La ofensa es un anzuelo para capturar al hombre y hacerlo preso de sus instintos; lo hace olvidar la razón y algunas veces sus principios, que son los le ayudan a diferenciarse de la demás creación.
Es por eso que nosotros debemos estar atentos para no caer en esa trampa, debemos evitar la tentación sentirnos ofendido y actuar con paciencia, madurez y la llenura del Espíritu Santo. Ya que seguramente son las personas que más amamos, las que veces nos hacen tanto daño (o dañamos) que sentimos desconcierto y decepción.
Es ahí cuando debemos entender que puede ser solo una simple situación o una más grave, pero las cuales estas pasarán y que no debemos dejarnos arrastrar por la ira momentanea y terminar siendo un juguete de nuestras reaaciones al dejarnos afectar por una ofensa.
Recordemos que la ofensa es la carnada del maligno para vernos mal, tristes, amargados, airados.
Aprendamos a ver las cosas desde otro punto de vista, el de las escrituras, que es mejor vivir limpio del corazón que maquinando maldad, y cayendo en un juego de nunca parar pues, ofensa genera más ofensa y la violencia genera más violencia.
«Más bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo.» Efesios 4:32
Punto de acción:
Dios nos manda a amarlo y a amarnos tanto que nadie pueda hacer un daño permanente, a que seamos lo suficientemente maduros para rehusar la ofensa y confiar en Él.
«Si tu hermano peca, repréndelo; y, si se arrepiente, perdónalo. Aun si peca contra ti siete veces en un día, y siete veces regresa a decirte “Me arrepiento”, perdónalo.» Lucas 17:3b-4
Lectura bíblica necesaria:
Salmos 140(RVR60) La ofensa es un anzuelo para capturar al hombre y hacerlo preso de sus instintos; lo hace olvidar la razón y algunas veces sus principios, que son los le ayudan a diferenciarse de la demás creación.
Es por eso que nosotros debemos estar atentos para no caer en esa trampa, debemos evitar la tentación sentirnos ofendido y actuar con paciencia, madurez y la llenura del Espíritu Santo. Ya que seguramente son las personas que más amamos, las que veces nos hacen tanto daño (o dañamos) que sentimos desconcierto y decepción.
Es ahí cuando debemos entender que puede ser solo una simple situación o una más grave, pero las cuales estas pasarán y que no debemos dejarnos arrastrar por la ira momentanea y terminar siendo un juguete de nuestras reaaciones al dejarnos afectar por una ofensa.
Recordemos que la ofensa es la carnada del maligno para vernos mal, tristes, amargados, airados.
Aprendamos a ver las cosas desde otro punto de vista, el de las escrituras, que es mejor vivir limpio del corazón que maquinando maldad, y cayendo en un juego de nunca parar pues, ofensa genera más ofensa y la violencia genera más violencia.
«Más bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo.» Efesios 4:32
Punto de acción:
Dios nos manda a amarlo y a amarnos tanto que nadie pueda hacer un daño permanente, a que seamos lo suficientemente maduros para rehusar la ofensa y confiar en Él.
«Si tu hermano peca, repréndelo; y, si se arrepiente, perdónalo. Aun si peca contra ti siete veces en un día, y siete veces regresa a decirte “Me arrepiento”, perdónalo.» Lucas 17:3b-4
Tamy Olarte
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Comments (2)
Yudis Hernández
18 Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los HOMBRES.Romanos 12;18
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Yudis hernandez
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