Elogios

Este corto versículo citado es el favorito de la mayoría de cristianos. Se encuentran tres palabras: bendito, bendijo y bendición, con un mismo origen: Bendecir.

En el latín clásico existe el verbo benedicere, "hablar bien" (de una persona o cosa), alabar, enaltecer, el cual es una traducción literal del griego ´eulogein’ y ‘eulogia’, de donde obtenemos nuestra palabra “elogio”; Se trata en engrandecer, elogiar, ensalzar, y enaltecer.

Según esto, y colocando las palabras en griego, sería el versículo así: «Enaltecido sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien nos ha elogiado, hablado bien de nosotros con toda buena palabra en los lugares celestiales en Cristo Jesús».

Sí estimados, ¡esta es una verdad asombrosa! Dios nos elogia (articula o habla buenas palabras acerca de nosotros), porque nos contempla en Cristo. Él habla grandes cosas de nosotros. Se expresa muy bien de nosotros.

Dios no habla bien de quien está en su estado adámico, no regenerado, de quien no está en Cristo; Sin embargo, siendo que hemos aceptado a Cristo, Él nos ve en Su Hijo y nos tiene en muy alta estima.

¿Qué elogia Dios en nosotros los que estamos en Cristo?

Declara que somos nuevas criaturas, que las siguientes cosas viejas descritas en Romanos 1 ya pasaron: injusticia, fornicación, perversidad, avaricia,maldad,...aborrecedores de Dios, injuriosos… y que todas son hechas nuevas(2 Corintios 5:17).

Él declara, con grandes elogios, que nosotros resucitamos con Cristo y reinamos con Él en los lugares celestiales (Efesisos 2:6). También declara que va a mostrar, en los siglos venideros, las abundantes riquezas de su gracia para con nosotros.

Punto de acción

Todo lo que Cristo hizo fue por nosotros. Dios nos ve perfectos (completos, cabales, sin mancha) en Cristo.

Acepta, vive y disfruta, lo que Dios habla de ti; No son los buenos pensamientos los que cambiarán tu vida. El poder de Dios es lo que va a cambiar tu vida. Eso sí, Él te pide que creas que Él es quien dice ser, y que creas que tú eres quien Él dice que eres; nunca olvides, el Cielo está hablando de mí, yo no soy lo que el mundo ni satanás diga, Soy lo que Dios ha dicho, y punto.